Foro sesión cuatro

Respuestas de Juan Francisco

Respuestas de Juan Francisco

de Juan Francisco -
Número de respuestas: 1

Respuesta a la pregunta 1:

Voy a contestar con palabras muy sencillas porque no pretendo hacer teología o siquiera haber entendido del todo lo leído, pero la propuesta de Queiruga no me parece muy distinta de una de las respuestas al problema Epicuro, aquella que indicaba que Dios era bueno pero no todopoderoso. Si bien el autor vuelve atrás y señala que los preconceptos están errados a la hora de abordar el problema, para mí su respuesta es bastante débil.

Según entendí, Queiruga indica que Dios no puede eliminar el mal porque la realidad finita en que vivimos tiene justamente el mal como presupuesto para su existencia. Por lo tanto, así como hacer un circulo-cuadrado no es posible, porque el presupuesto para la existencia de un círculo son justamente sus elementales diferencias con los cuadrados, un mundo sin mal tampoco sería posible, porque Dios no pude hacer algo que no existe (p. 206) (un círculo-cuadrado, un mundo-sin-mal).  Pero, ¿la omnipotencia divina no significa justamente crear algo que no existe a partir de la nada? ¿Dios mismo no fue el creador siquiera del concepto de existencia? ¿Si Dios y su poder no van más allá de lo que nuestra limitada mente puede imaginar, más allá de nuestra lógica y la lógica por él creada para nosotros, acaso para Dios no sería posible hacer también un círculo-cuadrado?

Indica Queiruga que “la omnipotencia de Dios sólo quiere decir que él puede realizar cualquier cosa que no sea lógicamente imposible”, lo que me parece muy extraño si se piensa que justamente los conceptos de “lógica”, “posibilidad”, lo “lógicamente posible” y lo “lógicamente imposible” son creación de él mismo. Esto para mí quiere decir que Queiruga plantea que Dios mismo está constreñido por sus propias decisiones. Que es su propia creación y la autonomía de ésta la que le fijan límites a su omnipotencia. Quizás en este sentido Dios es “tan” omnipotente como para superar su propia omnipotencia y quedar despojado de ella para poder crear un mundo y una creatura autónoma, y entonces, como indica el otro ejemplo popular comentado por Queiruga, Dios efectivamente hace rocas tan pesadas que ni él mismo las puede levantar.

Todo esto no se alejaría de la respuesta que indica que es la libertad del hombre la que produce o necesita la existencia del mal, y entonces Dios opta por limitar su poder en pos del libre albedrío.  Por lo mismo, la respuesta de Queiruga me parece que se limita a despojar a Dios de su omnipotencia, convirtiéndolo en un no-Dios.

Espero sus comentarios porque no estoy 100% convencido de mi respuesta.

Respuesta a la pregunta 2:

Una consecuencia simple que tiene para la Iglesia el considerar que Dios mismo padece o sufre con nosotros las consecuencias de la existencia del mal en el mundo es el dejar de creer que las cosas malas que les suceden a quienes se han apartado de la Iglesia son voluntad de Dios para hacerlos volver al buen camino. Aunque suene raro creo que muchas personas aún tienen esta extraña manera de pensar. Claro que pude haber hecho un esfuerzo para pensar en más consecuencias, pero esta fue la primera que se me vino a la mente.

Saludos a todos!

En respuesta a Juan Francisco

Re: Respuestas de Juan Francisco

de Luis Marcos Tapia -

Muchas gracias por contestar el foro.

Con respecto a su respuesta 1 estoy totalmente de acuerdo.

Con respecto a su respuesta 2, creo que efectivamente es muy imporante supeerar esas concepciones erroneas.

Saludos.

Atte. profesor Luis.