La Escuela de Traductores de Toledo

Pronto, en Toledo, gracias la hospitalidad intelectual de su catedral y del Arzobispo don Raimundo, se reunieron Doctores musulmanes, judíos y cristianos, comenzando unos trabajos más organizados de las traducciones, lo cual creó un entorno cultural muy atractivo para que otros intelectuales europeos acudieran ante el dinamismo cultural de la ciudad.