Creo que la autonomía de las personas no se promueve dentro del “cristianismo” que vivimos hoy o dentro de las iglesias en las cuales he sido miembro.
Solo el hecho de estar sujetos a una voluntad divina nos da a entender que cualquier tipo de actitud, pensamiento o acción debe estar bajo la absoluta aprobación de dicha voluntad y de no ser así sería un peligro inminente, debido a que nuestra voluntad es imperfecta y nuestros errores son productos de no seguir ciertos pasos que logran el éxito, además está claro que la razón es enemiga de la fe (ciega), la cual abraza y enseña la iglesia.
Hoy en día se teme a la realidad sea por la ignorancia de no saber cómo, miedo al error, perder la salvación (que escrito así suena como póliza de seguro) o simplemente darse cuenta de lo que se cree no es absoluto y que la duda también es parte de la fe.
Creo que la autonomía de poder decidir de acuerdo a lo que se cree es parte del cristianismo, las escrituras cuentan los relatos de cómo las primeras comunidades de fe enfrentaron la realidad y establecieron las formas de vivir los pasos de Jesús bajo una cultura y tiempo especifico, generado un gran movimiento.