Ante la pregunta claramente se remueve mi propia biografía y vivencia en las comunidades de fe en las que he participado, donde he podido experimentar desde el control absoluto y heterónomo a la autonomía y cultivo de la fe más allá de los dogmas que se profesen. Parto con esta frase dado que creo que nuestras respuestas siempre estarán permeadas por estas vivencias. En este sentido pienso que el cristianismo
a al menos lo que entiendo por Cristianismo, empuja a la autonomía en el
sentido que el ser humano debe ir tomando sus decisiones de la mano de la revelación y la experiencia con la comunidad de la fe, ante los desafíos que la propia vida va poniendo tanto personales, familiares como profesionales o en los ámbitos que nos toca movernos.
Sin embargo como esta fe Cristiana, (desde mi perspectiva), requiere de una dimensión comunitaria entendida como la iglesia, es donde “la cosa”, se complejiza, al respecto observo una auto-regulación grupal que tiene como misión la homogenización de los grupos, que es propia de los grupos humanos, que a la larga generan micro-culturas, y este fenómeno lleva a que la autonomía en algunos sectores se vea entre traición o apostasía, y las consecuencias pueden ser hasta la expulsión.
Desde ahí que veo que la teología se torna más pertinente, como un ente que piensa estas creencias y las devele con la finalidad de mover a los grupos hacia una comprensión de si mimos que los desafíe a una articulación de la fe más pertinente a la época presente, este proceso creo que nunca estará exento de crisis, o de tomas de
decisiones que en ocasiones serán bajas en popularidad, y bueno que decir, al respecto nuestro maestro desde la
popularidad de la entrada triunfal transito rápidamente hacia la soledad del Getsemaní al encarnar la Autonomía de su visión y misión.