La mediación civil y mercantil está relacionada con los conflictos que surgen producto de la infinidad de actos o negocios jurídicos que realizamos diariamente incluso de ser conscientes de ello; por ejemplo, cuando toamos un autobús, compramos algo en el supermercado, acudir a un restaurante.
Pero existen actos jurídicos un poco más complejos como aquellos que están relacionados con contratos, fideicomisos, ejecuciones de obra etc. Otro tipo de actos jurídicos que generalmente terminan en conflicto son aquellos basados en la confianza, como por ejemplo préstamo de dinero, inversiones verbales, sociedades de hecho, negocios entre familiares, etc.
La complejidad de estos conflictos se genera especialmente por la presencia del valor confianza/desconfianza y de las emociones generadas a partir de las lasos de amistad o parentesco.
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