La Historia del Mundo Contemporáneo tiene como objeto la exploración de las interacciones humanas que se establecen en las sociedades del pasado más reciente, teniendo en cuenta tanto el ámbito geográfico como el cronológico. Su estudio adquiere una relevancia básica en los albores del siglo XXI porque nos facilita la tarea de aumentar la conciencia de nosotros mismos, de nuestras acciones y pensamientos, permite vernos en perspectiva y nos ayuda en el camino a esa mayor libertad que viene del auto-conocimiento. Por lo tanto esta materia no debería ser vista como útil en la medida en que sirve a un fin (el conocimiento histórico, la erudición, etc.) sino que debería ser asumida como un fin en sí mismo, puesto que nos permite entender cada momento del presente a través del análisis del pasado, y forjar las bases de toda una diversidad de futuros posibles.